El vuelo de las aeronaves es afectado por las condiciones meteorológicas reinantes desde antes del decolaje hasta el aterrizaje en su destino final. El respectivo Centro Asesor del Estado del Tiempo va proporcionando periódicamente el meteoro con pronóstico actualizado del área donde se desarrolla la navegación. Se tiene cuidado en destacar los siguientes fenómenos que están ocurriendo o pueden ocurrir:
- Condiciones severas de formación de hielo no asociadas con tormentas eléctricas.
- Turbulencias severas o extremas, o turbulencias de aire claro (CAT), no asociadas con tormentas electricas.
- Tormentas de polvo atmosférico, arena o cenizas volcánicas que reducen la visibilidad a menos de tres millas.
- Tormentas en grandes áreas nubosas portadoras de granizo y precipitaciones pluviales o de nieve en condiciones severas de formación de hielo o con temperaturas sobre cero grado centígrado pero en descenso.
La formación de hielo en la superficie de los aviones es denominada hielo estructural.
Crea una situación seria especialmente para las aeronaves que -por carecer de sistemas adecuados de defensa -no están certificadas para volar en condiciones meteorológicas que pueden determinar ese fenómeno. El hielo acumulado distorsiona las formas aerodinámicas de la aeronave, incrementado su peso y la resistencia friccional al avance en la masa de aire, mientras simultáneamente reduce la sustentación. Para mantener el nivel de vuelo y la velocidad se necesita aplicar mayor potencia de las plantas de poder ya que la velocidad de caída en pérdida de sustentación también se incrementa.
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