La carta aeronáutica se define como la representación de una porción de la tierra, su relieve y construcciones, diseñada especialmente para satisfacer los requisitos de la navegación aérea. Se trata de un mapa en el que se reflejan las rutas que deben seguir las aeronaves, y se facilitan las ayudas, los procedimientos y otros datos imprescindibles para el piloto.
Hasta la década de 1920, existían muy pocos mapas aeronáuticos oficiales. En su
lugar, había boletines aeronáuticos (que incluían información acerca de campos
aéreos) e instrucciones de vuelo (que delineaban las aproximaciones a los campos
aéreos, así como las aerovías entre pueblos y ciudades). Básicamente, los
boletines y las instrucciones se recopilaban a partir de las notas de los
pilotos. Durante los primeros días de la aviación, los pilotos se limitaban a
observar y a seguir elementos visuales del paisaje, ya fueran lagos, ríos,
carreteras o vías de tren: esta técnica de navegación se denominaba pilotaje.
La seguridad de la navegación aérea exige la elaboración y publicación de cartas aeronáuticas actualizadas y precisas, que respondan a las necesidades actuales de la aviación. En consecuencia, corresponde a cada Estado miembro de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) adoptar las disposiciones necesarias para facilitar el esfuerzo de cooperación que supone la producción y difusión de cartas aeronáuticas. Además, cada Estado tiene la obligación de proporcionar información del propio territorio a través de las cartas aeronáuticas.
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